martes, 18 de septiembre de 2007

INDIGNACION

-Una oración por el alma de la Pequeña Sandra Valentina q.e.p.d.-

Repudio e indignación: es el sentimiento producido por el cruel y vil asesinato de Sandra Valentina. No hay justificación alguna para que ese homicida y violador hubiera hecho lo que hizo. ¿Por que no buscó otro medio para satisfacerse? ¿Por qué mas bien no se lanzó del puente de la variante? ¿Por qué no se dió un tiro? No es justo que hubiera violado y asesinado a esa niña. No. Nunca va a haber una respuesta satisfactoria y suficiente, nunca vamos a poder saber el porque; el infeliz que lo hizo, jamás va se atreverá a confesar su motivo. Y en realidad, creo que nadie quiera saberlo, suficiente tenemos con el horror que hizo, suficiente tenemos con saber que ni siquiera hizo un gesto al aceptar la imputación de los cargos de homicidio y acceso carnal violento con incapaz de resistir, suficiente es saber que para el homicida no hay asomo de arrepentimiento ni aflicción en su rostro.

Y el padre del homicida? ¿Alguien se imaginará todo lo que debe estar sufriendo? ¿ver lo que su hijo hizo? ¿Saber en que momento falló como padre? El es otra víctima, porque aunque no sea responsable ante la ley, la sociedad lo va a condenar, porque a los ojos del mundo, falló en su labor formadora.

Esto nos debe servir para dejar de ser insensibles; es triste ver al punto al que hemos llegado como sociedad: esperar que estas atrocidades sucedan para ver como nos duele la vida, la patria, el amor, para entender que vivimos en sociedad y que debemos dejar a un lado la indiferencia.

Pd: a pesar de ser de público conocimiento, no escribo el nombre del homicida, porque no merece ser recordado como persona.

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