jueves, 27 de septiembre de 2007

Marceau ha muerto "viva bip"

Para quienes no sepan de quien se habla, se habla del hombre que puso a hablar al mundo sin palabras, aquel que transmitió sueños en una escena sin necesidad de vocalizar o verbalizar sus textos. El amo de los mimomadramas definidos por el mismo como “la pretensión de ser un mero reflejo, una manera de transmitir la tragedia, la violencia, la injusticia, los placeres y todos los valores de la sociedad”. Un hombre que nació en Estrasburgo Francia, que vivió la época de la persecución judía por ser el mismo judío. Que enfrento la desgracia de la desaparición de sus padres en los campos de concentración, que vivió un sueño de libertad al terminar la guerra y que soñó en contar un mundo imaginario a través de su cuerpo.

Gran admirador de Chaplin, razón por la que entra estudiar arte dramático y por la que da nacimiento a “BIP” el payaso con un suéter a rayas y con un maltratado sombrero de copa decorado con una flor (que representaba la fragilidad de la vida) y que se convirtió en su alter ego, similar al "vagabundo" de Chaplin. Las desventuras de "Bip" con todo lo que le rodeaba, desde mariposas hasta leones, barcos y trenes, en pistas de bailes de restaurantes, no tenían límites. El estilo de la pantomima de Marceau no ha tenido par, sus ejercicios silenciosos que incluyen las clásicas representaciones de la caja, caminando en contra del viento, el hacedor de máscaras, en el parque y sátiras de todo tipo, desde escultores a matadores, han sido descritas como geniales.

Esa belleza artística, nos ha dejado, en nuestro recuerdo quedaran imágenes de un Marceau de los años 70 que pasan en televisión, unas fotos que se consiguen en la red y en aquellos que tuvieron la fortuna de verlo en escena, la alegría de poder decir “si es tan grande como lo cuentan”. Adiós Marceau, gran vacío ha quedado en las tablas y tal vez nunca se llene.

entrevista a Marceau

martes, 25 de septiembre de 2007

Boys Don´t Cry???

I would say I'm sorry, if I thought that it would change your mind, but I know that this Time, I have said too much, they been too unkind...

Sosegado en una añeja silla de mi casa, oigo la música que más me recuerda lo que quiero expresar, pero sé que me faltan los pantalones para hacerlo, tal vez ni siquiera pueda poseerlos, un cigarrillo se volatiliza poco a poco formando surcos concéntricos a mi alrededor y no he probado bocado desde ayer, el ruido de la calle apenas lo percibo y la oscuridad de mi habitación refleja lo apagado de mi vida.

Me doy asco a mí mismo, encerrado en este mísero mundo rancio de horripilante presencia que se ha convertido mi vida, una a una pasan las imágenes de mi estancia contigo, pero un buen sorbo de cerveza lo hacen quedar atrás, una lágrima arriesgada, desciende de mi ojo, y estos ya no soportan un poco mas de luz de la que hay ahora.

La canción continúa y me lleva a la estrofa que mas me hace sentir pena de mi mismo, de mi condición.

Under I try to laugh about it, to cover it all up with you, roll I try to laugh about it, hiding the tears in my eyes, 'cause boys don't cry... boys don't cry...

Quién mierdas dijo que los muchachos no lloran, quién quiso reprimirnos esas pequeñas emanaciones liquidas y salinas que brotan de nuestros ojos cuando algo nos duele en lo más profundo de nuestro ser, dónde esta el que hizo que nos hiciéramos machos a punta de sacrificar nuestra sensibilidad haciéndonos mas débiles a la hora de tener miedo, de enfermar, de perder algo, de perder a alguien a quien amas con el alma, no puedes llorar acaso cuando tu padre te da el abrazo que esperaste durante tantos años de adolescencia, o cuando por fin te ganas algo en tu vida con el sudor de tu frente, y peor aun cuando ves que a la persona que amas se va de tu lado y sabes que ese ultimo beso en la mejilla es el adiós definitivo, que cuando la veas caminar en dirección opuesta a la tuya, habrás encontrado de nuevo la soledad que alguna vez habías perdido y sigo acá sentado en la silla antigua de mi casa, con un cigarrillo casi extinguido, escuchando la ultima estrofa de una canción que me sabe a pena y que rebato en este instante, porque los muchachos si lloran

Now I would do most anything, to get you back by my side, but I just keep on laughing, hiding the tears in my eyes, 'cause boys don't cry... boys don't cry boys don't cry...

martes, 18 de septiembre de 2007

INDIGNACION

-Una oración por el alma de la Pequeña Sandra Valentina q.e.p.d.-

Repudio e indignación: es el sentimiento producido por el cruel y vil asesinato de Sandra Valentina. No hay justificación alguna para que ese homicida y violador hubiera hecho lo que hizo. ¿Por que no buscó otro medio para satisfacerse? ¿Por qué mas bien no se lanzó del puente de la variante? ¿Por qué no se dió un tiro? No es justo que hubiera violado y asesinado a esa niña. No. Nunca va a haber una respuesta satisfactoria y suficiente, nunca vamos a poder saber el porque; el infeliz que lo hizo, jamás va se atreverá a confesar su motivo. Y en realidad, creo que nadie quiera saberlo, suficiente tenemos con el horror que hizo, suficiente tenemos con saber que ni siquiera hizo un gesto al aceptar la imputación de los cargos de homicidio y acceso carnal violento con incapaz de resistir, suficiente es saber que para el homicida no hay asomo de arrepentimiento ni aflicción en su rostro.

Y el padre del homicida? ¿Alguien se imaginará todo lo que debe estar sufriendo? ¿ver lo que su hijo hizo? ¿Saber en que momento falló como padre? El es otra víctima, porque aunque no sea responsable ante la ley, la sociedad lo va a condenar, porque a los ojos del mundo, falló en su labor formadora.

Esto nos debe servir para dejar de ser insensibles; es triste ver al punto al que hemos llegado como sociedad: esperar que estas atrocidades sucedan para ver como nos duele la vida, la patria, el amor, para entender que vivimos en sociedad y que debemos dejar a un lado la indiferencia.

Pd: a pesar de ser de público conocimiento, no escribo el nombre del homicida, porque no merece ser recordado como persona.